El uso del cómic para favorecer el aprendizaje de nuestro alumnado es de sobra conocido y, sin duda, nos ayuda a favorecer la mejora de las competencias no sólo lingüísticas, sino también digitales (entre otras). Para esta ocasión, hemos experimentado con una de las numerosas herramientas que nos ofrece la red y hemos creado nuestro primer cómic con Pixton.
Esta
es una herramienta muy adecuada para trabajar con los alumnos de forma
creativa. El programa, en su versión gratuita, nos ofrece la posibilidad de
escoger de entre 3 posibles formatos para la creación de nuestro cómic: tira
cómica, guion gráfico o novela gráfica. Este es un aspecto interesante puesto
que permite atender la diversidad entre el alumnado, al mismo tiempo que ofrece
varias alternativas de uso (lo cual contribuye a sorprender y motivar a
nuestros estudiantes). Además,
una vez seleccionado el formato, también nos ofrece la posibilidad de escoger entre
¨principiante¨ o ¨avanzado¨. De nuevo, el avance en el uso de la herramienta y
la diversidad de niveles en la competencia digital también queda recogida en
esta herramienta para trabajar en el aula. A
partir de aquí, Pixton ofrece plantillas para nuestras creaciones en las que
podemos escoger entre una gran variedad de escenas, fondos, personajes, etc. Además,
también permite subir nuestras propias imágenes, cambiar la postura y expresión
de los personajes, etc.
Nuestras
creaciones quedan siempre guardadas, podemos consultar los cómics de otros
usuarios (de hecho, hay un apartado de los considerados ¨mejores autores¨) y
siempre podremos compartir y difundir nuestros trabajos a través de las redes
sociales habituales (Twitter, Facebook…), o mantenerlas en privado si no
queremos que sean públicas.
Esta herramienta
nos parece excepcional en cuanto a las opciones que ofrece para su incorporación
en las clases de lengua y literatura. Su uso es sencillo, intuitivo y permite
atender la diversidad en el aula (desde tiras cómicas de 3 viñetas hasta novela
gráfica, pasando por creaciones que pueden usarse para que los alumnos piensen
nuevos diálogos, o el control sobre todos los elementos del cómic ‘modo
avanzado´). Difícilmente podría mejorarse puesto que se presenta muy completa (la posibilidad de
imprimir se arregla pasando a versión de pago en lugar de gratis).
Existe el
inconveniente de que el profesor pierda el control de lo publicado por el
alumnado si se usa la versión gratis, pero este problema queda resuelto si se
usa la versión para escuelas, en la que el maestro y los estudiantes disponen
de algunas facilidades que en la versión libre no existen.
Sin duda, la
usaría (la usaré) en el aula en un futuro bastante inmediato. Ahí va mi primer cómic.
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